Ajustar monturas de acetato y de metal es un servicio gratuito para todos los clientes de Miller & Marc Señales de que algo no va bien (y que tendrás que venir a visitarnos)
Te mareas al llevarlas. En ocasiones, la altura desde tu pupila no queda en el lugar correcto de la lente, a causa de la falta de ajuste. Esto te hará tener sensación de mareo. Como si estuvieses en un barco, vaya.
Se te deslizan por la nariz. Tú no te habías puesto ahí las gafas. Estás seguro. Pero te has distraído un momento y de repente ¡pum! “¿Qué demonios hacen ahí abajo mis gafas?”.
Te aprietan demasiado. Bien sea detrás de las orejas o, lo que es peor, ¡en las sienes! No hay quien aguante con ellas más de dos horas seguidas… ¡vaya tortura! ¿Qué puedo hacer para ajustar mis gafas?
Si has comprado tus gafas en alguna de nuestras ópticas, seguramente un óptico se haya encargado de ajustarlas antes de irte, pero somos humanos, y cometemos errores. En ese caso: no te preocupes, puedes volver para que resolvamos esos pequeños fallos de ajuste que te están haciendo la vida más complicada.
En el caso de que el desajuste esté en la nariz, tendrás que centrarte en las almohadillas que reposan sobre ella. Si notas que las gafas te quedan demasiado arriba tendrás que separarlas para que bajen y si, por el contrario, crees que se te bajan demasiado tendrás que apretarlas para que queden más juntas.
En el caso de que la altura sobre la nariz sea la correcta, pero notes que te aprietan o se te caen, significará que debes ajustar la gafa: apretar o aflojar los tornillos de las bisagras que unen las varillas, siempre con cuidado de no romper la montura.
Tú solo deberías hacer pequeños ajustes. Si consideras que es necesario ajustar la gafa de forma más concreta, es mejor que acudas a tu óptica para evitar males mayores en casa. Ver tiendas
Gafas graduadas
Gafas de sol
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